viernes, 20 de febrero de 2009

TARTAGAL


















Testimonio de Noemí Cruz Coordinadora de Campaña de Bosques de Greenpeace:

Mi primera impresión en la cima de una palizada fue de desazón. Desde allí se ve al río herido por tanta maquinaria que orada en su base, los árboles arrastrados que ya son residuo muerto.

La gente, que quedó con lo puesto, palea el barro de las casas, el sol levanta un vapor pestilente. Hay mosquitos hambrientos, animales muertos aún tirados y gente desaparecida.

Nuestro objetivo era mostrar cómo la deforestación de las cabeceras ha agravado el aporte de material del alud. La tala ilegal y los “descabezamientos” de cerros hechos por las petroleras, son grandes responsables del desequilibrio del río.


Me impactó este comentario, donde tambien habla de la escasa tierra empobrecida que les queda a los wichi de Misión San Benito.

Este descuido provocado por la avaricia, el egoísmo y la ausencia de las autoridades, es un espanto.

Ojalá se empiece a tomar conciencia.

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